¡Cómo ha cambiado la educación en los últimos 40 años! Es lo que ven muchos padres y abuelos, algunos con más nostalgia que otros. La famosa EGB, que estuvo en vigor durante casi 20 años, ha marcado la educación de toda una generación en España, pero muchos de nuestros seguidores, que tienen menos de 30 años, desconocen mucho cómo era la escuela de antes.
Por esta razón y por las polémicas nuevas leyes en materia educativa, queremos en este post, echar la vista atrás y rememorar cómo era la escuela de entonces: qué asignaturas se impartían y qué habilidades y conocimientos se adquirían, cómo ha ido evolucionando la educación hasta llegar a nuestros días. Porque sí que hay muchas cosas que han mejorado y se han adaptado de forma excelente a los tiempos que corren, pero que en cambio ha dejado ciertas deficiencias en la formación de los niños desde el punto de vista de valores, creatividad, trabajo entre otros.
Para realizar este artículo, hemos reunido a nuestros alumnos y sus padres para que contaran su percepción sobre la escuela. Un bonito momento, sentados padres e hijos donde nos han abierto sus memorias, sus impresiones y han compartido sus vivencias sobre cómo cada generación ha vivido su etapa escolar.
La Educación de antaño y la Educación de ahora
El enfoque educativo entre la EGB y los nuevos modelos es la principal diferencia que encontramos entre ambos. Los nuevos modelos educativos prestan más importancia a los idiomas, la tecnología y los conocimientos intelectuales. Es lógico pues estamos en una era global, tecnológica y donde los nativos digitales están tomando más peso así como las empresas demandan cada vez más trabajadores habituados a la tecnología y autodidactas que aporten un alto valor añadido a sus organizaciones.
La educación de antaño se centraba sin embargo en las tareas más manuales, se le daba más importancia a la cultura general. Había una curiosa materia llamada EATP, asignaturas de carácter práctico que cada centro elegía cuáles ofertar y los alumnos podían realizar su elección entre las que el colegio propusiera. Algunas de las asignaturas ofertadas eran electricidad, diseño, teatro, informática, segundo idioma extranjero, labores del hogar, fotografía, punto de cruz, etc. Según nos han reconocido muchos padres, estas asignaturas las recuerdan muy útiles y representaban un momento de disfrute dentro de las horas lectivas.
La escuela de antaño también estaba más enfocada en preparar de cara a lo profesional. Los valores inculcados durante la etapa de la escuela era el esfuerzo, la cultura, la importancia de la expresión hablada y escrita. Esto añadido con que al no haber dispositivos móviles y tecnológicos hacían que los niños desarrollasen más la memoria, eran más sociales y cualquier trabajo de la escuela exigía invertir mucho tiempo y esfuerzo mirando muchos libros, enciclopedias, fotos de revistas etc. Y todo realizado a mano, por supuesto. La educación y los castigos también se basaban en la rigidez y la exigencia, así como el respeto al profesor y la continencia ante revelarse o faltar al respeto.
Mucho difiere de la impresión de los niños de ahora, que os afirman que nos profesores no son justos, no dicen la verdad y donde muchos centros escolares están recurriendo a implantar nuevos modelos educativos donde ya se premia “ el buen comportamiento”. Si, si estais oyendo bien. Muchos centros están implantando una nueva forma de educación llamada la “ educación cooperativa” donde la actitud, el interés, la motivación y la participación del alumno en el aula ya se premia y se evalúa.
¿Qué diferencia con antaño verdad? Donde el buen comportamiento estaba ya presupuesto y donde el miedo al castigo era más fuerte que las ganas de hablar o comportarse mal. Los castigos eran duros de verdad, donde el niño tenía miedo a veces de no saberse la lección, de hablar y donde a nadie se le ocurría faltar el respeto al profesor. De hecho casi siempre se le llamaba por sr/ sra y el apellido y siempre de usted. Algunos profesores no dudaban en utilizar la regla en situaciones extremas y ser expulsado del aula era el mayor fracaso que un niño podía asumir.
Los valores en Educación
Quizá una de las deficiencias que estamos percibiendo los educadores de la educación de hoy frente a la escuela de antaño es la pérdida de ciertos valores principales y el resurgir de nuevos líderes donde la falta de respeto, la falta de interés y la desobediencia reina. De nuestra propia experiencia los niños, ya sean estudiosos o no, están perdiendo el sentido de la responsabilidad.
Los padres, ante la falta de este interés, recurren cada vez más a profesores particulares a domicilio que somos en definitiva los que intentamos hacer que el alumno pueda recuperar en cierta manera la ilusión, los que tapamos ciertas carencias de base en cualquier asignatura e intentamos profundizar en otros aprendizajes más generales que en el aula no da tiempo a practicar como son ejercicios de memoria, escritura y cálculo mental. Y en idiomas one to one permite trabajar la parte comunicativa, expresión escrita y en definitiva enseñar a comunicar más allá que con un libro. Aunque en materia de idiomas la metodología española siempre ha tenido muchas carencias.
Los padres nos cuentan que antes existía el miedo al ridículo, y eso te llevaba siempre a ser mejor y llevar todo al día sin necesidad que tus padres estuvieran encima. Y más te valía, porque en la escuela estaban las famosas orejas de burro, donde más valiera saberte la lección porque aparte de sacarte al estrado y tener que someterte a las preguntas del profesor delante de todos tus compañeros, si eras el peor podías llevar todo el día, o incluso durante una semana, las orejas de burro en el colegio y en la calle con la vergüenza que generaba y que hacía que pensaras dos veces el no saber la lección.
En la época de los 90 se consideró el sistema de EGB muy duro, y fue cuando se comenzó con el sistema que más se parece ahora, la LOE. Entonces se decidió que desapareciese las agresiones a los niños, los uniformes, y se dieran más voz y respetaran los derechos a los niños. Y poco a poco se han ido incorporando las tecnologías.
El nuevo sistema se basan en libros densos, con conocimientos muy repetitivos año tras año y donde los niños aseguran que a veces llevan varios años dando lo mismo sin ver nada nuevo. Una sensación de perder el tiempo nos afirma muchas veces. De nuestra impresión como profesores particulares a domicilio o en nuestras actividades extraescolares para colegios, vemos muchas carencias de base de cultura, de ortografía y a los niños les cuesta cada vez más el cáculo y la manera de memorizar o hacer resúmenes para estudiar.
También las relaciones entre compañeros dejan mucho que desear, pues todos giran de forma individualista, con pocos juegos, donde desde cada vez más pequeños intentan imitar la vida de los adultos perdiendo la etapa de experimentar y ser libres como niños
¿Cómo podemos obtener los valores que ya no se enseñan en la escuela?
La mejor manera de recuperar los valores y crear una ambición en el niño y su desarrollo personal sería realizar actividades en familia o incluso en familias… juntándose varios niños y padres de diferentes familias y realizar actividades juntos, irse a las casas unos de otros, y crecer juntos. Qué utópico ¿verdad? ¡No te preocupes! Tenemos más opciones de actividades para niños.
Los campamentos son una buena opción donde el niño puede seguir desarrollándose en un entorno lúdico, inculcando la cultura y habilidades que en la escuela no se fomentan hoy en día. Pero debes buscar algún campamento enfocado en esta temática y con objetivos de desarrollar sus habilidades, ya que cualquier campamento no cubre estas necesidades. Si te interesa desarrollar las habilidades de tu niño como antaño, busca un campamento urbano lúdico- didáctico donde la metodología empleada va más allá que de dar un simple contenido posteriormente olvidado, sino en ejercitar la imaginación, agilidad mental, lógica etc.
También es importante el desarrollo de habilidades creativas y manuales. El ejercitar el hecho de crear con las manos, ponerse a prueba para realizar nuestras propias creaciones, han demostrado que aporta grandes beneficios de relajación, concentración y ayuda el autoestima. Desgraciadamente, los trabajos manuales se han perdido, cada vez sabemos hacer menos cosas cuya carencia principal a la que está desencadenando es el aburrimiento en el niño y la falta de inquietudes entre los niños.
En los campamentos urbanos de Navidad potenciamos este tipo de actividades, donde desconectamos por unas horas al niño de los dispositivos táctiles, para que puedan experimentar y desarrollar otras partes del cerebro que están menos activas.
En los campamentos también se potencian los valores de equipo y relacional. Es un momento de unión con otros niños y donde compartir en las mismas condiciones en un entorno lúdico aparentemente y sin restricciones y normas como en el colegio. Se enseña de nuevo al niño a jugar: A base de canciones, juegos populares, adivinanzas, etc. A veces pensamos que no sabe jugar porque nadie les ha enseñado, y en el campamento urbano en Madrid es un momento idóneo para ello.
En nuestros campamentos nos gusta potenciar también la parte de dialéctica. Enseñar a los niños a hablar en público, trabajar el lenguaje no verbal y a saber exponer. Es la gran deficiencia que ya se está dando en muchos jóvenes trabajadores, por falta de práctica: tienen muchos conocimientos y mucho talento para crear presentaciones muy bonitas, pero muy poca oratoria para atraer la atención y de verdad interactuar con el público. Los niños afortunadamente, todavía no han perdido esa espontaneidad que se debe aprovechar y dotarlos de la costumbre de hablar en público.
Y como no, en un campamento urbano siempre tiene cabida los idiomas… al menos eso debería ser lo ideal. El inglés cada vez adquirirá más importancia, sobre todo a nivel profesional, por lo que los niños deben seguir cursos de inglés y asimilarlo como una forma más de comunicación. Y hay que aprovechar la facilidad y la ventaja que tiene un niño para retener información. El cerebro de un niño es como una esponja en el cual absorbe con mucha más intensidad los diferentes estímulos y la información que reciben. Y esto hay que aprovecharlo. Por ello, busca campamentos urbanos bilingües o que impartan horas de idiomas durante el día.
Y por supuesto, volver a esa EATP de la EGB. Sí… enseñar a los niños actividades cotidianas como la cocina, la costura, electricidad, mecánica… siempre la dificultad claro está de acorde a la edad, pero qué bonito es dedicar unas horas a la semana a enseñarle a saber las cosas básicas que nos suceden a todos y que no tenemos idea de solucionar. Además, se pueden añadir otros conocimientos como robótica, diseño 3D o incluso cómo crear tus propios aparatos electrónicos como un altavoz o un bluetooth y conocer más a profundidad el ambiente tecnológico en el que vivimos.
Los mejores campamentos urbanos
En definitiva los campamentos urbanos bien concebidos y diseñados deben tener por objetivo principal no solo que los niños pasen el tiempo mientras los padres no pueden ocuparse, los campamentos urbanos debería ser obligatorio por todos los niños dado los beneficios que aportan de sociabilidad, desarrollo de la inteligencia, habilidades manuales, cursos de idiomas desde un punto de vista comunicativo y aprender a realizar y solventar con éxito situaciones cotidianas.
Si estás buscando un campamento urbano o este artículo te ha seducido, consulta nuestros campamentos urbanos en los que lo ponemos en práctica en los diferentes campamentos urbanos que organizamos en diferentes puntos de Madrid como Canillejas, Las Rosas o Moratalaz.
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