El pasado miércoles 25 de Abril tuvo lugar nuestro seminario “El Método Waldorf para edades tempranas”, donde los asistentes tuvieron la oportunidad de disfrutar de un sinfín de curiosidades y habilidades sobre nuevas pedagogías alternativas para el aprendizaje de los niños desde los primeros años. Este seminario, organizado por el centro educativo Best Teacher, fue impartido por la experta Cristina Guerra quien deleitó de forma ágil, práctica y con algún que otro video muy emotivo sobre los objetivos y la dinámica de este método.
El método Waldorf sorprende desde sus pilares: Pudimos descubrir cómo las bases de este método no consisten tanto en el desarrollo intelectual, sino también en el artístico y emocional. Un concepto que parece utópico hoy día, pero según avanzaba el seminario íbamos entendiendo esta lógica: A base de experimentar, observar, preguntar…el niño va desarrollando su parte cognitiva y es lo que le da pie que se cuestione, que certifique lo aprendido y disfrute aprendiendo. Aprendimos que con Waldorf, el niño aprende a amar las cosas, lo que hace y siente ganas por aprender… y si no le gusta lo que está aprendiendo, hay un por qué y desarrolla esta capacidad crítica necesaria para cambiar e innovar.
Y es que todo es práctico: los niños juegan sobre qué perciben del mundo, confeccionan todo por ellos mismos o al menos tienen un contacto muy cercano (lo que comen, la naturaleza, las letras…) y ya desde pequeños se les enseña la sensibilidad hacia la vida y hacia los compañeros. En Waldorf no hay tiempo para la televisión ni aparatos digitales… se consideran una pérdida de tiempo para el desarrollo cognitivo del niño ya que la televisión es puramente pasiva, y el niño no necesita hacer esfuerzos y sobre todo le quita un tiempo muy preciado para experimentar y despertar su curiosidad por lo que le rodea.
Otra de las partes que nos llamó especialmente la atención es la manera de impartir la disciplina. Este método permite al niño equivocarse, actuar según él crea conveniente y aprender del resto del grupo. Es una disciplina colectiva en el que los valores de equipo, se inculcan desde el comienzo y el respeto y el amor hacia la profesora es lo que hace una atmósfera de mucha compenetración y conseguir grandes retos y superarse día a día. Y es que en Waldorf hay ciertas normas inculcadas al niño de forma muy natural: todo ordenado, libertad y comodidad en los actos, cada norma tiene un por qué y si no lo hay… no hay nada impuesto.
Salimos de este seminario con una gran satisfacción. Pudimos nosotros también jugar, experimentar y sobre todo, salimos con la sensación de que Waldorf es como introducirse en un mundo mágico, donde no hay preocupaciones, ni exigencias, ni presiones. Es un ambiente totalmente distendido donde la tranquilidad y la positividad reina, y aunque también el esfuerzo y la habilidad… porque no todo a lo que Cristina, la ponente, nos retó a hacer no fue fácil. Pero si que salimos de este seminario con mucha positividad y sobre todo ideas y conceptos muy fácilmente aplicables para nuestros pequeños en el aula.
Si os ha gustado este post, no dudéis en compartirlo y añadir vuestras ideas sobre el método Waldorf.