Hoy entrevistamos a Myriam Pereña, músico profesional titulada en flauta travesera por el conservatorio Superior de Madrid. Con el motivo del día internacional de la música nos hemos adentrado en su día a día para saber la gran dedicación que requiere ser músico profesional.
¿A qué edad comenzó tu carrera musical?
Lo más habitual es comenzar a una edad temprana. En conservatorios se puede comenzar a la edad de 8 años, aunque ya hay algunas escuelas en las que tienen métodos para comenzar el aprendizaje del instrumento a edades más tempranas. Mi caso no es el más habitual. Comencé con 14 años en una escuela de barrio yendo a flauta travesera y solfeo.
¿Cómo surgió tu pasión por dedicarte a la música? ¿ qué es lo que más te llena de ser músico?
Siempre me había gustado la música: en el colegio se me daba muy bien, en casa siempre estaba cantando e incluso con 6 años les pedí a mis padres una flauta dulce como la de mi hermano, quien ensayaba en casa para la asignatura de música del colegio. Además, en mi casa siempre ha habido música, mi padre es guitarrista aficionado y a mi madre le gusta mucho cantar. Con 14 años tuve una “visión”: soñé que tocaba un instrumento y que eso me hacía muy feliz, por lo que desde ahí decidí que quería formarme. Acabé tocando la flauta travesera, pero tocar me hace más feliz de lo que sentí en aquel sueño. Personalmente, lo más bonito de ser músico es lo que nos aporta la música a nuestras vidas y saber utilizar un lenguaje diferente para comunicarnos con los demás y con nosotros mismos.
¿ Qué es lo más duro de la carrera de músico?
Muchas veces algunas personas cuestionan que la música sea una carrera en sí misma. Hay una creencia de que no es una profesión seria o que directamente no se estudia, se nace sabiendo o puedes aprender con tutoriales de internet. Para los que hemos dedicado 14 años de nuestra vida a formarnos y estudiando muchas horas al día, es normal que no nos caigan bien esos comentarios. Durante esos años, tenemos que compatibilizar la enseñanza obligatoria con nuestra formación como músicos, lo que requiere muchas veces perderte otras actividades porque tienes que dedicar muchas horas para estudiar tu instrumento, como sucede con los deportistas cuando entrenan.
¿Compararías entonces el ser músico profesional como ser un deportista de élite?
Por supuesto. Tanto en horas de dedicación como también las consecuencias físicas ya que muchos músicos hemos tenido algún tipo de lesión derivada de la práctica musical.
¿ Qué salidas profesionales se pueden obtener gracias a la música?
Hay muchas salidas. Está muy extendida la idea de que si estudias un instrumento tienes que acabar siendo músico tocando en una orquesta pero hay mucho más allá. La industria de la música es tan grande que es difícil enumerar todas las salidas profesionales a las que puedes optar. Mencionaré algunos ejemplos: puedes opositar a ser profesor de conservatorio, formarte como profesor de instituto, gestor de proyectos musicales, director, compositor, musicoterapeuta, investigador, profesor de instrumento o crear tu propio proyecto musical.
Dada que es una profesión muy creativa, cada vez más se están dando proyectos sociales o educativos muy interesantes. Cada vez más se apuesta por música en directo y eso es alentador para estudiantes y profesionales.
¿Cuál crees que es el motivo por el cuál muchas personas dejan la música?
Desde luego que estudiar música requiere de muchas cualidades, que también la propia música te devuelve: organización, empatía, tolerancia a la frustración, sensibilidad... Cada caso de abandono es muy particular: poco apoyo de las familias porque piensen que no es algo “serio” o estable, o que el estudiante no encuentre tanta satisfacción en la tarea en comparación a lo que le supone su dedicación... habrá muchas más que desconozco.
¿Qué barreras te encuentras todavía cuando te quieres dedicar a la música y qué propuestas harías para mejorarlo?
Creo que la gran barrera es que desgraciadamente España no es el mejor país para ser músico, al contrario de lo que ocurre en otros países de Europa. En España la formación pública musical es muy buena y todos los talentos acaban yéndose a otros países ya que no consiguen encontrar su lugar en el país que le formó. ¿Qué incongruencia, verdad? Creo que a nivel político debería de apostarse más por esta industria que está en todas las casas, espacios públicos y en los eventos importantes de nuestras vidas.
Esperamos que la entrevista con Myriam Pereña te haya resultado de interés y te haya aportado nuevos horizontes o perspectivas referente a la música, y sobre todo, a las personas que lo hacen posible: los músicos. Nos añadimos al deseo que a la música y a las artes en general cada vez se les dé un respaldo mayor a nivel social y político, ya que en los últimos años hemos visto mermado las horas escolares dedicadas a asignaturas relacionadas con las artes. Y que sin embargo, es fundamental en el día a día, como hemos visto durante el confinamiento donde el arte, la música y la cultura han aportado tanto para hacerlo más llevadero. ¡ Qué sería sin los músicos!
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